jueves, 6 de junio de 2019

Trabajo Final Uapa- La Cultura




 

UNIVERSIDA ABIERTA PARA ADULTOS
(UAPA)
ASIGNATURA:
SOCIOLOGIA

TEMA:
LA CULTURA

PARTICIPANTES:
DAMARIS CABRERA GARCIA
14-7784

ALEJANDRO DE LA CRUZ
14-7490
                                                             
FACILITADOR:
LIC. Yomali Jimenez

  
Introducción

    En el presente trabajo presentamos, lo que es la cultura, su evolución y sus elementos entre otros componentes. El uso de la palabra CULTURA fue variando a lo largo de los siglos. En el latín, hablado en Roma;  significaba inicialmente cultivo de la tierra, y luego por extensión figurativamente, cultivo de las especies Humanas. Alternaba con civilización, que también deriva del latín y se usaba como opuesto a salvajismo, crueldad o al menos rusticidad. La Civilización  era el hombre educado.

    Desde el siglo XVIII, el romanticismo impuso una diferencia entre civilización y cultura. El primer término se reservaba para nombrar el desarrollo económico y tecnológico, lo material; el segundo para referirse a lo "espiritual", es decir, el "cultivo" de las facultades intelectuales. En el uso de la palabra "Cultura" englobaba, entonces, todo lo que tuviera que ver con la filosofía, la ciencia, el arte, la religión, etc.

    Resumiendo, el uso actual del término CULTURA se elige como, el conjunto total de las prácticas humanas, es decir, económicas, políticas, científicas, jurídicas. Religiosas, discursivas, comunicativas, sociales en general.


  
La Cultura
    Cultura (en latín: cultura, cultivo) es un término que tiene muchos significados interrelacionados. Por ejemplo, en 1952, Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohn compilaron una lista de 164 definiciones de ‘cultura’ en Cultura: Una reseña crítica de conceptos y definiciones. En el uso cotidiano, la palabra ‘cultura’ se emplea para dos conceptos diferentes:

1.    Excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades, también conocida como alta cultura.

2.    Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver sus necesidades de todo tipo.

    Cuando el concepto surgió en Europa, entre los siglos XVIII y XIX, se refería a un proceso de cultivación o mejora, como en la agricultura u horticultura. En el siglo XIX, pasó primero a referirse al mejoramiento o refinamiento de lo individual, especialmente a través de la educación, y luego al logro de las aspiraciones o ideales nacionales. A mediados del siglo XIX, algunos científicos utilizaron el término «cultura» para referirse a la capacidad humana universal. Para el anti-positivista y sociólogo alemán George Simmel, la cultura se refería a la cultivación de los individuos a través de la injerencia de formas externas que han sido objetividades en el transcurso de la historia.

    En el siglo XX, la ‘cultura’ surgió como un concepto central de la antropología, abarcando todos los fenómenos humanos que no son el total resultado de la genética. Específicamente, el término ‘cultura’ en la antropología americana tiene dos significados:
    La evolucionada capacidad humana de clasificar y representar las experiencias con símbolos y actuar de forma imaginativa y creativa; y las distintas maneras en que la gente vive en diferentes partes del mundo, clasificando y representando sus experiencias y actuando creativamente. Después de la Segunda Guerra Mundial, el término se volvió importante, aunque con diferentes significados, en otras disciplinas como estudios culturales, psicología organizacional, sociología de la cultura y estudios gerenciales.

    Algunos etólogos han hablado de ‘cultura’ para referirse a costumbres, actividades o comportamientos transmitidos de una generación a otra en grupos de animales por imitación consciente de dichos comportamientos.

Formación del Concepto de Cultura
Etimología

    La etimología del concepto moderno ‘cultura’ tiene un origen clásico. En varias lenguas europeas, la palabra “cultura” está basada en el término latino utilizado por Cicerón, en su Tusculanae Disputationes, quien escribió acerca de una cultivación del alma o ‘cultura animi’, para entonces utilizando una metáfora agrícola para describir el desarrollo de un alma filosófica, que fue comprendida teleológicamente como uno de los ideales más altos posibles para el desarrollo humano. Samuel Pufendorf llevó esta metáfora a un concepto moderno, con un significado similar, pero ya sin asumir que la filosofía es la perfección natural del hombre. Su uso, y que muchos escritores posteriores ‘se refieren a todas las formas en la que los humanos comienzan a superar su barbarismo original y, a través de artificios, se vuelven completamente humanos.

    Velkley describe El término ‘cultura’, que originalmente significaba la cultivación del alma o la mente, adquiere la mayoría de sus posteriores significados en los escritos de los pensadores alemanes del siglo XVIII, quienes en varios niveles desarrollaron la crítica de Rousseau al liberalismo moderno y la Ilustración. Además, un contraste entre cultura y civilización está usualmente implícito por estos autores, aún cuando no lo expresen así. Dos significados primarios de cultura surgen de este período: cultura como un espíritu folclórico con una identidad única, y cultura como la cultivación de la espiritualidad o la individualidad libre. El primer significado es predominante dentro de nuestro uso actual del término cultura, pero el segundo juega todavía un importante rol en lo que creemos debería lograr la cultura, como la expresión plena del ser único y auténtico.

Concepción Clásica de la Cultura.


    En sus primeras acepciones, cultura designaba el cultivo de los campos.
    El término cultura proviene del latín cultus que a su vez deriva de la voz colere que significa cuidado del campo o del ganado. Hacia el siglo XIII, el término se empleaba para designar una parcela cultivada, y tres siglos más tarde había cambiado su sentido como estado de una cosa, al de la acción: el cultivo de la tierra o el cuidado del ganado (Cuche, 1999: 10), aproximadamente en el sentido en que se emplea en el español de nuestros días en vocablos como agricultura, apicultura, piscicultura y otros. Por la mitad del siglo XVI, el término adquiere una connotación metafórica, como el cultivo de cualquier facultad. De cualquier manera, la acepción figurativa de cultura no se extenderá hasta el siglo XVII, cuando también aparece en ciertos textos académicos.

    El Siglo de las Luces (siglo XVIII) es la época en que el sentido figurado del término como “cultivo del espíritu” se impone en amplios campos académicos. Por ejemplo, el Dictionnaire de l' Académie Française de 1718. Y aunque la Enciclopedia lo incluye sólo en su sentido restringido de cultivo de tierras, no desconoce el sentido figurado, que aparece en los artículos dedicados a la literatura, la pintura, la filosofía y las ciencias. Al paso del tiempo, como cultura se entenderá la formación de la mente. Es decir, se convierte nuevamente en una palabra que designa un estado, aunque en esta ocasión es el estado de la mente humana, y no el estado de las parcelas.
    Voltaire, uno de los pocos pensadores franceses del siglo XVIII que se mostraban partidarios de una concepción relativista de la historia humana.
    La clásica oposición entre cultura y naturaleza también tiene sus raíces en esta época. En 1798, el Dictionnaire incluye una acepción de cultura en que se estigmatiza el “espíritu natural”. Para muchos de los pensadores de la época, como Jean Jacques Rousseau, la cultura es un fenómeno distintivo de los seres humanos, que los coloca en una posición diferente a la del resto de animales. La cultura es el conjunto de los conocimientos y saberes acumulados por la humanidad a lo largo de sus milenios de historia. En tanto una característica universal, el vocablo se emplea en número singular, puesto que se encuentra en todas las sociedades sin distinción de etnias, ubicación geográfica o momento histórico.
Cultura y Civilización
    También, es en el contexto de la Ilustración cuando surge otra de las clásicas oposiciones en que se involucra a la cultura, esta vez, como sinónimo de la civilización. Esta palabra aparece por primera vez en la lengua francesa del siglo XVIII, y con ella se significaba la refinación de las costumbres. Civilización es un término relacionado con la idea de progreso. Según esto, la civilización es un estado de la Humanidad en el cual la ignorancia ha sido abatida y las costumbres y relaciones sociales se hallan en su más elevada expresión. La civilización no es un proceso terminado, es constante, e implica el perfeccionamiento progresivo de las leyes, las formas de gobierno, el conocimiento. Como la cultura, también es un proceso universal que incluye a todos los pueblos, incluso a los más atrasados en la línea de la evolución social. Desde luego, los parámetros con los que se medía si una sociedad era más civilizada o más salvaje eran los de su propia sociedad. En los albores del siglo XIX, ambos términos, cultura y civilización eran empleados casi de modo indistinto, sobre todo en francés e inglés (Thompson, 2002: 186).

    Johann Gottfried Herder. Según él, la cultura podía entenderse como la realización del genio nacional (Volksgeist).


    Es necesario señalar que no todos los intelectuales franceses emplearon el término. Rousseau y Voltaire se mostraron reticentes a esta concepción progresista de la historia. Intentaron proponer una versión más relativista de la historia, aunque sin éxito, pues la corriente dominante era la de los progresistas. No fue en Francia, sino en Alemania donde las posturas relativistas ganaron mayor prestigio. El término Kultur en sentido figurado aparece en Alemania hacia el siglo XVII -aproximadamente con la misma connotación que en francés. Para el siglo XVIII goza de gran prestigio entre los pensadores burgueses alemanes. Esto se debió a que fue empleado para denostar a los aristócratas, a los que acusaban de tratar de imitar las maneras “civilizadas” de la corte francesa. Por ejemplo, Immanuel Kant apuntaba que “nos cultivamos por medio del arte y de la ciencia, nos civilizamos [al adquirir] buenos modales y refinamientos sociales” (Thompson, 2002: 187). Por lo tanto, en Alemania el término civilización fue equiparado con los valores cortesanos, calificados de superficiales y pretenciosos. En sentido contrario, la cultura se identificó con los valores profundos y originales de la burguesía (Cuche, 1999:13).

    En el proceso de crítica social, el acento en la dicotomía cultura/civilización se traslada de las diferencias entre estratos sociales a las diferencias nacionales. Mientras Francia era el escenario de una de las revoluciones burguesas más importantes de la historia, Alemania estaba fragmentada en múltiples Estados. Por ello, una de las tareas que se habían propuesto los pensadores alemanes era la unificación política. La unidad nacional pasaba también por la reivindicación de las especificidades nacionales, que el universalismo de los pensadores franceses pretendía borrar en nombre de la civilización. Ya en 1774, Johann Gottfried Herder proclamaba que el genio de cada pueblo (Volksgeist) se inclinaba siempre por la diversidad cultural, la riqueza humana y en contra del universalismo. Por ello, el orgullo nacional radicaba en la cultura, a través de la que cada pueblo debía cumplir un destino específico. La cultura, como la entendía Herder, era la expresión de la humanidad diversa, y no excluía la posibilidad de comunicación entre los pueblos.
    Durante el siglo XIX, en Alemania el término cultura evoluciona bajo la influencia del nacionalismo. Mientras tanto, en Francia, el concepto se amplió para incluir no sólo el desarrollo intelectual del individuo, sino el de la humanidad en su conjunto. De aquí, el sentido francés de la palabra presenta una continuidad con el de civilización: no obstante la influencia alemana, persiste la idea de que más allá de las diferencias entre “cultura alemana” y “cultura francesa” (por poner un ejemplo), hay algo que las unifica a todas: la cultura humana.

Definiciones de cultura en las disciplinas sociales.

    Para efecto de las ciencias sociales, las primeras acepciones de cultura fueron construidas a finales del siglo XIX. Por esta época, la sociología y la antropología eran disciplinas relativamente nuevas, y la pauta en el debate sobre el tema que aquí nos ocupa la llevaba la filosofía. Los primeros sociólogos, como Émile Durkheim, rechazaban el uso del término. Hay que recordar que en su perspectiva, la ciencia de la sociedad debía abordar problemas relacionados con la estructura social. Si bien es opinión generalizada que Carlos Marx dejó de lado a la cultura, ello se ve refutado por las mismas obras del autor, sosteniendo que las relaciones sociales de producción (la organización que adoptan los seres humanos para el trabajo y la distribución social de sus frutos) constituyen la base de la superestructura jurídico-política e ideológica, pero en ningún caso un aspecto secundario de la sociedad. No es concebible una relación social de producción sin reglas de conducta, sin discursos de legitimación, sin prácticas de poder, sin costumbres y hábitos permanentes de comportamiento, sin objetos valorados tanto por la clase dominante como por la clase dominada. El desvelo de las obras juveniles de Marx, tanto de La ideología alemana (1845-1846) en 1932 por la célebre edición del Instituto Marx-Engels de la URSS bajo dirección de David Riazanov, como de los Manuscritos económicos y filosóficos (1844) posibilitó que varios partidarios de sus propuestas teóricas desarrollarán una teoría de la cultura marxista.

    El significado de cultura generalmente es relacionado con la antropología. Una de las ramas más importantes de esta disciplina social se encarga precisamente del estudio comparativo de la cultura. Quizá por la centralidad que la palabra tiene en la teoría de la antropología, el término ha sido desarrollado de diversas maneras, que suponen el uso de una metodología analítica basada en premisas que en ocasiones distan mucho las unas de las otras.

    Los etnólogos y antropólogos británicos y estadounidenses de las postrimerías del siglo XIX retomaron el debate sobre el contenido de cultura. Estos autores tenían casi siempre una formación profesional en derecho, pero estaban particularmente interesados en el funcionamiento de las sociedades exóticas con las que Occidente se encontraba en ese momento. En la opinión de estos pioneros de la etnología y la antropología social (como Bachoffen, McLennan, Maine y Morgan), la cultura es el resultado del devenir histórico de la sociedad. Pero la historia de la humanidad en estos escritores era fuertemente deudora de las teorías ilustradas de la civilización, y sobre todo, del darwinismo social de Spencer.

Definiciones descriptivas de Cultura.

Definición de Taylor

    E. B.Taylor, etnólogo británico, dijo: “La principal tendencia de la cultura desde los orígenes a los tiempos modernos ha sido del salvajismo hacia la civilización” (1995:43).
    Como señala Thompson (2002:190), la definición descriptiva de cultura se encontraba presente en esos primeros autores de la antropología decimonónica. El interés principal en la obra de estos autores (que aborda problemáticas tan disímbolas como el origen de la familia y el patriarcado, y las supervivencias de culturas antiquísimas en la civilización occidental de su tiempo) era la búsqueda de los motivos que llevaban a los pueblos a comportarse de tal o cual modo.

    Uno de los más importantes etnógrafos de la época fue Gustav Klemm. En los diez tomos de su obra Allgemeine Kulturgeschichte der Menschheit (1843-1852) intentó mostrar el desarrollo gradual de la humanidad por medio del análisis de la tecnología, costumbres, arte, herramientas, prácticas religiosas. Una obra monumental, pues incluía ejemplos etnográficos de pueblos de todo el mundo. El trabajo de Klemm habría de tener eco en sus contemporáneos, empeñados en definir el campo de una disciplina científica que estaba naciendo. Unos veinte años más tarde, en 1871, Edward B. Taylor publicó en Primitive Culture una de las definiciones más ampliamente aceptadas de cultura. Según Taylor, la cultura es: aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre. La situación de la cultura en las diversas sociedades de la especie humana, en la medida en que puede ser investigada según principios generales, es un objeto apto para el estudio de las leyes del pensamiento y la acción del hombre.
(Taylor, 1995: 29)
    De esta suerte, una de las principales aportaciones de Taylor fue la elevación de la cultura como materia de estudio sistemático. A pesar de este notable avance conceptual, la propuesta de Taylor adolece de dos grandes debilidades. Por un lado, sacó del concepto su énfasis humanista al convertir a la cultura en objeto de ciencia. Por el otro, su procedimiento analítico era demasiado descriptivo. En el texto citado arriba, Taylor plantea que “un primer paso para el estudio de la civilización consiste en diseccionar en detalles, y clasificar éstos en los grupos adecuados” (Taylor, 1995:33). Según esta premisa, la mera recopilación de los “detalles” permitiría el conocimiento de una cultura. Una vez conocida, sería posible clasificar en una graduación de más a menos civilizada, premisa que heredó de los darwinistas sociales.

Definiciones Marxistas

    Tal como se señaló anteriormente, Karl Marx a pesar de la opinión generalizada, puso atención en el análisis de las cuestiones culturales, específicamente en su relación con el resto de la estructura social. Según la propuesta teórica de Marx, el dominio de lo cultural (constituido sobre todo por la ideología) es un reflejo de las relaciones sociales de producción, es decir, de la organización que adoptan los seres humanos frente a la actividad económica. La gran aportación del marxismo en el análisis de la cultura es que ésta es entendida como el producto de las relaciones de producción, como un fenómeno que no está desligado del modo de producción de una sociedad. Asimismo, la considera como uno de los medios por los cuales se reproducen las relaciones sociales de producción, que permiten la permanencia en el tiempo de las condiciones de desigualdad entre las clases.

    En sus interpretaciones más simplistas, la definición de la ideología en Marx ha dado lugar a una tendencia a explicar las creencias y el comportamiento social en función de las relaciones que se establecen entre quienes dominan el sistema económico y sus subalternos. Sin embargo, son muchas las posturas donde la relación entre la base económica y la superestructura cultural es analizada en enfoques más amplios. Por ejemplo, Antonio Gramsci llama la atención a la hegemonía, un proceso por medio del cual, un grupo dominante se legitima ante los dominados, y estos terminan por ver natural y asumir como deseable la dominación. Louis Althusser propuso que el ámbito de la ideología (el principal componente de la cultura) es un reflejo de los intereses de la élite, y que a través de los aparatos ideológicos del Estado se reproducen en el tiempo.
    Así mismo, Michel Foucault –en el conocido debate de noviembre de 1971 en Holanda con Noam Chomsky; respondiendo la pregunta de que si la sociedad capitalista era democrática, además de contestar negativamente, argumentando que una sociedad democrática se basa en el efectivo ejercicio del poder por una población que no esté dividida u ordenada jerárquicamente en clases, sostiene que de manera general, todos los sistemas de enseñanza los cuales aparecen simplemente como transmisores de conocimientos aparentemente neutrales, están hechos para mantener a cierta clase social en el poder, y excluir de los instrumentos de poder a otras clases sociales.

Marvin Harris y el materialismo Cultural

    Dentro del tipo de ideas introducidas por White y Steward, cabe señalar el materialismo cultural propugnado por Marvin Harris y otros antropólogos estadounidenses. Esta corriente puede ser asimilada a una forma de ecofuncionalismo en el que se encajan ciertas divisiones introducidas por Marx. Para el materialismo cultural, entender la evolución cultural y la configuración de las sociedades depende básicamente de condiciones materiales, tecnológicas e infraestructurales. El materialismo cultural establece una triple división entre grupos de conceptos que atiende a su relación causal. Esos grupos se llaman: infraestructura (modo de producción, tecnología, condiciones geográficas, etc.), estructura (modo de organización social, estructura jerárquica, etc.) y superestructura (valores religiosos y morales, creaciones artísticas, leyes, etc.).

    La idea de que la cultura se transforma siguiendo dos líneas simultáneas fue desarrollada por Darcy Ribeiro, que introdujo el concepto de proceso civilizatorio para comprender las transformaciones de la cultura.

    Con el tiempo, el evolucionismo sirvió como una de las principales bisagras entre las ciencias sociales y las ciencias naturales, especialmente como puente con la biología y la ecología. De hecho, su propia vocación como enfoque holístico le ha convertido en una de las corrientes más interdisciplinarias de las disciplinas que estudian la humanidad. A partir de la década de 1960, la ecología entró en una relación muy estrecha con los estudios culturales de corte evolutivo. Los biólogos habían descubierto que los seres humanos no son los únicos animales que poseen cultura: se habían encontrado indicios de ella entre algunos cetáceos, pero especialmente entre los primates. Roy Rappaport introdujo en la discusión de lo social la idea de que la cultura forma parte de la misma biología del ser humano, y que la evolución misma del ser humano se debe a la presencia de la cultura. Señalaba que: Super orgánica o no, se debe tener presente que la cultura en sí pertenece a la naturaleza. Emergió en el curso de la evolución mediante procesos de selección natural diferentes sólo en parte de aquellos que produjeron los tentáculos del pulpo. Aunque la cultura está altamente desarrollada en los seres humanos, estudios etológicos recientes han indicado alguna capacidad simbólica entre otros animales. Aunque las culturas pueden imponerse a los sistemas ecológicos, hay límites para esas imposiciones, ya que las culturas y sus componentes están sujetos a su vez a procesos selectivos.

    Los nuevos descubrimientos en la etología (ciencia que estudia el comportamiento de los animales) animaron a muchos biólogos a intervenir en el debate sociológico de la cultura. Algunos de ellos buscaban establecer relaciones entre la cultura humana y las formas primitivas de cultura observadas, por ejemplo, entre los macacos de Japón. Uno de los ejemplos más conocidos es el de Sherwood Washburn, profesor de antropología de la Universidad de California. Al frente de un equipo multidisciplinario, emprendió la tarea de buscar cuáles eran los orígenes de la cultura humana. Como primera parte de su proyecto, analizó el comportamiento social de los primates superiores. En segundo lugar, suponiendo que los bosquimanos !kung eran los últimos reductos de las formas más primitivas de cultura humana, procedió al estudio de su cultura. La tercera etapa del programa de Washburn (en el que colaboraron Richard Lee e Irven de Vore, y que se prolongó durante la primera mitad de los años sesenta) fue proceder a la comparación de los resultados de ambas investigaciones, y especuló sobre esta base acerca de la importancia de la cacería en la construcción de la sociedad y la cultura.

Definición de cultura en la Iglesia católica
    La definición clásica de cultura en la Iglesia católica se encuentra en el concilio Vaticano II: Con la palabra cultura se indica, en sentido general, todo aquello con lo que el hombre afina y desarrolla sus innumerables cualidades espirituales y corporales; procura someter el mismo orbe terrestre con su conocimiento y trabajo; hace más humana la vida social, tanto en la familia como en toda la sociedad civil, mediante el progreso de las costumbres e instituciones; finalmente, a través del tiempo expresa, comunica y conserva en sus obras grandes experiencias espirituales y aspiraciones para que sirvan de provecho a muchos, e incluso a todo el género humano.
    En la definición destacan dos aspectos: el poner al individuo al centro, siendo la cultura un producto del hombre y al servicio del hombre; y el conjugar la formación de cada persona a través de la cultura, con la contribución específica de una comunidad al progreso de la humanidad. Este concepto de cultura es la base para explicar el proceso de la inculturación o inserción la Iglesia católica en una cultura y expresión del cristianismo en una nueva modalidad y culturalidad.

Industria Cultural

    Es la cultura que está como un mercado, sujeta a las leyes de la oferta y la demanda de la economía capitalista.

Socialización de la Cultura

    La importante aportación de la psicología humanista de, por ejemplo, Erik Erikson con una teoría psicosocial para explicar los componentes socioculturales del desarrollo personal.
    Cada miembro de la especie podría acceder a ella desde una fuente común, sin limitarse, ejemplo de ello: el conocimiento transmitido por los padres.
    Debe poder ser incrementada en las ulteriores generaciones.
    Ha de resultar universalmente compatible por todos aquellos que poseen un lenguaje racional y significativo.
    Así, el ser humano tiene la facultad de enseñar al animal, desde el momento en que es capaz de entender su rudimentario aparato de gestos y sonidos, llevando a cabo nuevos actos de comunicación; pero los animales no pueden hacer algo parecido con nosotros. De ellos podemos aprender por la observación, como objetos, pero no mediante el intercambio cultural, es decir, como sujetos.

Clasificación de la Cultura

    La cultura se clasifica, respecto a sus definiciones, de la siguiente manera:
    Tópica: La cultura consiste en una lista de tópicos o categorías, tales como organización social, religión o economía.
    Histórica: La cultura es la herencia social, es la manera que los seres humanos solucionan problemas de adaptación al ambiente o a la vida en común.
    Mental: La cultura es un complejo de ideas, o los hábitos aprendidos, que inhiben impulsos y distinguen a las personas de los demás.
    Estructural: La cultura consiste en ideas, símbolos o comportamientos, modelados o pautados e interrelacionados
    Simbólica: La cultura se basa en los significados arbitrariamente asignados que son compartidos por una sociedad.
La Cultura puede también ser clasificada del siguiente modo:
 Según su extensión:
    Universal: cuando es tomada desde el punto de vista de una abstracción a partir de los rasgos que son comunes en las sociedades del mundo. Por ej., el saludo.
    Total: conformada por la suma de todos los rasgos particulares a una misma sociedad.
    Particular: igual a la subcultura; conjunto de pautas compartidas por un grupo que se integra a la cultura general y que a su vez se diferencia de ellas. Ej: las diferentes culturas en un mismo país.
Según su desarrollo.
    Primitiva: aquella cultura que mantiene rasgos precarios de desarrollo técnico y que por ser conservadora no tiende a la innovación.
    Civilizada: cultura que se actualiza produciendo nuevos elementos que le permitan el desarrollo a la sociedad.
    Analfabeta o pre-alfabeta: se maneja con lenguaje oral y no ha incorporado la escritura ni siquiera parcialmente.
    Alfabeta: cultura que ya ha incorporado el lenguaje tanto escrito como oral.
Según su carácter dominante.
    Sensista: cultura que se manifiesta exclusivamente por los sentidos y es conocida a partir de los mismos.
    Racional: cultura donde impera la razón y es conocido a través de sus productos tangibles.
    Ideal: se construye por la combinación de la sensista y la racional.

Según su dirección.
    Posfigurativa: aquella cultura que mira al pasado para repetirlo en el presente. Cultura tomada de nuestros mayores sin variaciones. Es generacional y se da particularmente en pueblos primitivos.
    Configurativa: la cultura cuyo modelo no es el pasado, sino la conducta de los contemporáneos. Los individuos imitan modos de comportamiento de sus pares y recrean los propios.
    Prefigurativa: aquella cultura innovadora que se proyecta con pautas y comportamientos nuevos y que son válidos para una nueva generación y que no toman como guía el modelo de los padres a seguir pero si como referentes.
Evolución Cultural
    Había por lo menos una gran distancia conceptual entre la propuesta de White y de Steward. El primero se inclinaba por el estudio de la cultura como fenómeno total, en tanto que el segundo se mantenía más proclive al relativismo. Por ello, entre las limitaciones que tuvieron que superar sus sucesores estuvo la de concatenar ambas posturas, para unificar la teoría de los estudios de la ecología cultural. De esta suerte, Marshall Sahlins propuso que la evolución cultural sigue dos direcciones. Por un lado, crea diversidad a través de una modificación de adaptación: las nuevas formas se diferencian de las viejas. Por otra parte, la evolución genera progreso: las formas superiores surgen de las inferiores y las sobrepasan.
    Durante el siglo XIX, en Alemania el término cultura evoluciona bajo la influencia del nacionalismo. Mientras tanto, en Francia, el concepto se amplió para incluir no sólo el desarrollo intelectual del individuo, sino el de la humanidad en su conjunto. De aquí, el sentido francés de la palabra presenta una continuidad con el de civilización: no obstante la influencia alemana, persiste la idea de que más allá de las diferencias entre “cultura alemana” y “cultura francesa” (por poner un ejemplo), hay algo que las unifica a todas: la cultura humana.

Cambios Culturales
    Los cambios culturales: son los cambios a lo largo del tiempo de todos o algunos de los elementos culturales de una sociedad (o una parte de la misma).
    Enculturación: es el proceso en el que el individuo se culturiza, es decir, el proceso en el que el ser humano, desde que es niño o niña, se culturiza. Este proceso es parte de la cultura, y como la cultura cambia constantemente, también lo hacen la forma y los medios con los que se culturiza
    Aculturación: se da normalmente en momento de conquista o de invasión. Es normalmente de manera forzosa e impuesta, como la conquista de América, la invasión de Iraq. Ejemplos de resultados de este fenómeno: comida (potaje, pozole), huipil. El fenómeno contrario recibe el nombre de deculturación, y consiste en la pérdida de características culturales propias a causa de la incorporación de otras foráneas.
    Transculturación: La transculturación es un fenómeno que ocurre cuando un grupo social recibe y adopta las formas culturales que provienen de otro grupo.
Inculturación: se da cuando la persona se integra a otras culturas, las acepta y dialoga con la gente de esa determinada cultura.
Elementos de  la Cultura.
    Los elementos de la Cultura no siempre pueden ser aislados de todo el fenómeno cultural, y éste de todo el conjunto de los fenómenos sociales.
    Normas: son principios definidos o reglas de conducta obligatoria de acuerdo a las normas morales de la sociedad que las personas deben cumplir. Se refieren al “hazlo” “no lo hagas” de la vida social. A pesar del grado de obligatoriedad no todas las conductas, por obligatorias que éstas sean, son seguidas al pie de la letra.
    Principios: son el conjunto de valores, creencias, normas, que orientan y regulan la vida de la organización. Son el soporte de la visión, la misión, la estrategia y los objetivos estratégicos. Estos principios se manifiestan y se hacen realidad en nuestra cultura, en un estra forma de ser, pensar y conducirnos.
    Símbolos: los seres humanos se comunican mediante símbolos, de tres maneras básicas: la primera es un lenguaje hablado, o sea patrones de sonido con significación. El lenguaje hablado facilita la comunicación y la enseñanza. El segundo modo de comunicación es el lenguaje escrito, o sea el registro gráfico del lenguaje hablado, que permite la conservación del aprendizaje y del legado cultural. El tercero, es el lenguaje corporal o no verbal, denominación acuñada por la literatura popular para significar el intercambio de mensajes a través de gestos y actitudes corporales.
    Costumbres: son usos corrientes en la Cultura, prácticas cotidianas que surgen espontáneamente y que se espera que toda la sociedad ponga en práctica(ejemplos: reglas de comer, formas de saludar, vestimenta). Contienen implicaciones significativas acerca de lo correcto e incorrecto para una sociedad.
    Valores: son ideales abstractos que indican pautas de comportamiento a los miembros de una sociedad. Gran parte de la conducta de los integrantes de la sociedad están fundamentadas por valores personales o sociales.

División de los elementos de la cultura.
    La cultura forma todo lo que implica transformación y seguir un modelo de vida. Los elementos de la cultura se dividen en:
a)    Materiales: Son todos los objetos, en sus estados naturales o transformados por el trabajo humano, que un grupo esté en condiciones de aprovechar en un momento dado de su devenir histórico: tierra, materias primas, fuentes de energía, herramientas, utensilios, productos naturales y manufacturados, etcétera.
b)    De organización: Son las formas de relación social sistematizadas, a través de las cuales se hace posible la participación de los miembros del grupo cuya intervención es necesaria para cumplir la acción. La magnitud y otras características demográficas de la población son datos importantes que deben tomarse en cuenta al estudiar los elementos de organización de cualquier sociedad o grupo.
c)    De conocimiento: Son las experiencias asimiladas y sistematizadas que se elaboran, se acumulan y transmiten de generación a generación y en el marco de las cuales se generan o incorporan nuevos conocimientos
d)    Simbólicos: Son los diferentes códigos que permiten la comunicación necesaria entre los participantes en los diversos momentos de una acción. El código fundamental es el lenguaje, pero hay otros sistemas simbólicos significativos que también deben ser compartidos para que sean posibles ciertas acciones y resulten eficaces.
e)    Emotivos: que también pueden llamarse subjetivos. Son las representaciones colectivas, las creencias y los valores integrados que motivan a la participación y/o la aceptación de las acciones: la subjetividad como un elemento cultural indispensable.

Dentro de toda Cultura hay dos elementos a tener en cuenta:
    Rasgos culturales: porción más pequeña y significativa de la cultura, que da el perfil de una sociedad. Todos los rasgos se transmiten siempre al interior del grupo y cobran fuerza para luego ser exteriorizados.
    Complejos culturales: contienen en sí los rasgos culturales en la sociedad.

Características de la Cultura:
     La cultura se aprende.
    Es compartida.
    Es dinámica.
    Busca la adaptabilidad.
    Presenta un código simbólico común.
    La cultura es un sistema arbitral.
    Es todo un sistema integrado.



Sociología de la Cultura
    La sociología de la cultura es un área corriente sociológica tradicional que ha puesto siempre énfasis en la estructura social, siendo lo restante sólo una "variable dependiente". Desde fines del siglo XX, esta determinación analítica se ha ido desplomando a través de las teorías sociológicas de la cultura que se han multiplicado a gran velocidad.

Clasificación de Sociología de la Cultura

    Los estudios que desde la sociología se han realizado de la cultura pueden clasificarse en tres grandes grupos (Smith, 1998): la teoría cultural europea, teoría cultural británica y la sociología cultural estadounidense. Cada uno de ellos representa una serie de características específicas.
    En primer lugar, la teoría cultural europea unifica autores como Jürgen Habermas, Michel Foucault y Pierre Bourdieu, quienes hacen su aporte principalmente en elementos teóricos y cualitativos.
    En segundo lugar, los estudios británicos, influido por el "marxismo británico" de E.P. Thompson y Eric Hobsbawn, que fue quizá pionero en reconocer la incidencia de la cultura en los hechos sociales.
    Finalmente, encontramos la sociología cultural americana, compuesta por autores como Clifford Geertz, Jeffrey C.
    Alexander o Philip Smith. Son un campo de estudios más centrado en la sociología y menos político. Las ideas de Émile Durkheim y Max Weber son más influyentes que las de Karl Marx, abogándose por una autonomía de la "esfera cultural". Trabajan con teorías de alcance medio positivistas, que tratan de analizar causas y efectos mediante métodos empíricos. Las explicaciones buscadas son multidimensionales, pudiendo hallarse causas simultáneas en la cultura, en la estructura social o en los actores individuales. El problema de la agencia se aborda con las herramientas que proporciona el pragmatismo, la historia comparada y la fenomenología.
    Pierre Bourdieu ha logrado dar una visión completa e influyente en la materia. En su obra tardía (desde principios de los 80 hasta fines de los 90, cuando murió) ha logrado dar con las claves de la dominación a través de la cultura, centrándose en la educación. En una sociedad que se enfrenta a desigualdades, exclusiones y riesgos que ya no explican por la teoría tradicional, Bourdieu ofrece desde la sociología de la cultura elementos que están cambiando la forma de entender lo social.

Asimilación cultural

    Asimilación cultural es la manera como se señala al proceso de integración de un grupo etno-cultural tal como los inmigrantes, grupos étnicos minoritarios y otros dentro de lo que se tiene establecido como lo común, a una comunidad mayor o dominante. La presunción de que dichos elementos generales son la garantía de la convivencia cultural dentro de un estado o territorio, es la que motiva el inicio de dicho proceso.
    En este proceso, el grupo que es absorbido y pierde por lo general su originalidad de manera parcial o total como sus maneras de hablar, su lengua o dialecto, sus peculiaridades en el habla, sus modos de ser y otros elementos de su identidad cultural cuando entra en contacto con la sociedad o cultura dominante.
     La asimilación puede ser voluntaria como es el caso por lo general de los inmigrantes o puede ser forzada como puede ser el caso de muchas etnias minoritarias dentro de un estado determinado en procesos de colonización. Procesos de asimilación cultural se han presentado durante toda la historia de la humanidad y muchos han generado nuevas culturas. Por ejemplo, la conquista de las Américas por parte de las potencias europeas de los siglos XV a XIX creó la mayoría de las naciones americanas de la actualidad. Uno de los procesos de asimilación cultural contemporánea más discutidos es el de la americanización que suele confundirse con uno más antiguo y amplio denominado la occidentalización.

Asimilación por parte de una Cultura rica

    El Gándara Buda, una estatua datada entre los siglos I y II d.C. procedente del territorio del actual Pakistán con estilo griego, ejemplo del proceso de helenización que alcanzó a India tras Alejandro Magno.
    El ejemplo más conocido en el cual una cultura dominada políticamente asimiló culturalmente a la que la dominó, es la cultura griega. Los romanos conquistaron todo el territorio de la cuenca del Mar Mediterráneo pero fueron a su vez asimilados culturalmente por una de sus colonias, de mayor riqueza cultural y antigüedad. Sin embargo, la historia de los griegos entre Europa, África y Asia fue siempre de asimilaciones en procesos conocidos como la helenización a partir de Alejandro Magno ante la cual Israel se opuso fieramente como queda registrado en los libros de los Macabeos. La helenización llegó incluso a influir tan lejos como la India y es uno de los pilares fundantes de la cultura occidental.
    Un producto de una nueva asimilación cultural, comienza, esta vez dentro del término de asimilación religiosa cuando Constantino después de grandes purgas y persecuciones, legaliza; es decir permite la práctica de la religión judeo-cristiana lo que eventualmente resulta en detrimento de las religiones paganas.

Asimilación por conquistas

    A su vez, con la Romanización del Imperio, los pueblos conquistados eran invitados a aceptar los elementos culturales romanos como garante de pertenecer al mundo "civilizado" de entonces (CIVITATES). Producto de esta romanización surgen las naciones latinas de Europa y sus respectivos idiomas, pero también otras naciones con una fuerte influencia latina en el norte de Europa, el norte de África y el Medio Oriente.

    El Descubrimiento de América y la consecuente conquista de los pueblos nativos americanos, llevó a una Europeización forzada de las colonias en el nuevo mundo entendidas especialmente como la castellanización en la que se impusieron especialmente el idioma castellano y la religión católica, vistos como garantía de integración civilizada de derivación romana en lo que concierne a España y con sus respectivos procesos en lo que concierne a las otras potencias europeas en América como Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda. El mismo proceso se traduciría en los avances europeos en tierras africanas, en Asia y en Oceanía. En territorio europeo se presentarán casos de conquistas militares y culturales a Irlanda de parte de Inglaterra, las conquistas napoleónicas o de integraciones políticas de pueblos de diferentes lenguas como el proceso de unificación de España tras la expulsión de los judíos (siglo XV) y árabes (siglos XV-XVII), la conformación del Sacro Imperio Romano Germánico, las conquistas rusas de Siberia y muchos otros casos.
    Sin embargo, las naciones europeas no serían las únicas protagonistas de conquistas o asimilaciones culturales de otras naciones o continentes: antes de los españoles los aztecas y los incas ya habían conformado imperios en América y China, Japón, India, Arabia, Persia y Mongolia tenían sus experiencias de sometimiento cultural, militar y político de otros pueblos.

Asimilación de inmigrantes.

    El otro aspecto de asimilación cultural se da con la llegada de los inmigrantes y refugiados a otras naciones. El proceso puede ser complejo, porque no siempre estos grupos de personas desean asimilarse al país en donde se encuentran, sino que muchos prefieren defender la cultura propia de sus lugares de origen, aspecto que puede traerles dificultades como marginación y el rechazo. Otros realizan el proceso de asimilación de manera parcial y pragmática, es decir, asumen los elementos culturales dominantes en sociedad y conservan sus manifestaciones propias en el ámbito íntimo. Otros en cambio se muestran completamente abiertos a asumir la cultura que los acoge y olvidan con frecuencia sus orígenes llegando incluso a renegar de ellos. Lógicamente los niños son los más abiertos a la asimilación cultural.

    En la época contemporánea, el tema de la asimilación cultural de los inmigrantes es común en países industrializados en donde llegan cientos de inmigrantes de países en vías de desarrollo que no sólo se constituyen en una fuerza de trabajo, sino que traen consigo sus propias manifestaciones culturales y lenguas. El elemento cultural que resulta más conflictivo es sin duda el de la religión al cual los grupos humanos se aferran con mayor fidelidad, entrando no pocas veces en conflicto con la religión del grupo dominante.

    Los fenómenos de inmigración, así como las conquistas y colonizaciones, han estado presentes en toda la historia de la humanidad y se presentan gracias a complejos procesos sociales, políticos y económicos, tales como las crisis económicas y los conflictos políticos internos de una nación. En el caso de quienes salen de su país por motivos de seguridad (por guerras civiles, invasión bélica por parte de otros países, persecución religiosa, política, de raza, etc.), se habla específicamente de refugiados. Durante las dos guerras mundiales del siglo XX numerosos pueblos europeos emigraron a diferentes partes del mundo, especialmente al continente americano. Por lo general los pueblos que emigran buscan inicialmente una paridad cultural y por lo mismo españoles e italianos preferían a América Latina mientras ingleses e irlandeses preferían a los Estados Unidos. La crisis económica que sacudió a Argentina a fines del siglo XX hizo que muchos descendientes de esos inmigrantes europeos regresaron a sus cunas ancestrales en búsqueda de la bonanza económica de la Comunidad Europea por lo cual es posible concluir que la dirección de la emigración puede cambiar de manera opuesta y por circunstancias históricas.

    La asimilación cultural de grupos humanos que guardan raíces culturales ancestrales como por ejemplo los pueblos latinos o los pueblos anglosajones es más rápida que aquellos que tienen una mayor diferencia histórica. Por esta razón, la asimilación cultural de los latinoamericanos en España o en Italia es más rápida de la asimilación cultural de inmigrantes marroquíes y pakistaníes.

Asimilación forzada

Razones de la asimilación forzada

    Si un gobierno pone un énfasis extremo en la homogeneización de la identidad nacional, esto puede ocasionar enemigos históricos, especialmente en el caso de minorías. Dicha situación ha llevado con frecuencia a dramáticas imposiciones culturales e incluso al extremos del exterminio de la minoría cultural algunas veces al punto de considerar esto como la única alternativa. El exterminio puede ser la negación total de la identidad cultural de la minoría, presentando su cultura como inferior e inconveniente o su eliminación física sea por medio de la expulsión de su territorio o por el genocidio. Una asimilación cultural forzada ocurre por lo tanto cuando una mayoría obliga a una minoría a conformarse a la primera.

Asimilación de inmigrantes y colonización

    La asimilación es también el estado de cambio. Esto ocurre por lo general con los inmigrantes. Cuando nuevos inmigrantes llegan al país, las personas que los rodean tratan de cambiarlos en lo que esa sociedad espera que ellos sean.

    Tarde o temprano los inmigrantes dejan de lado ciertas prácticas que les identificaban con su propia cultura y se vuelven algo similar a todos los demás a causa de la asimilación. La asimilación ocurre también en los casos de colonización. Históricamente los casos más recientes de colonización en el mundo fueron llevados a cabo por varias naciones de Europa en el resto de los continentes. Ese proceso de colonización es también el que generó la llamada europeanization. Naciones como España, Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda invadieron durante el siglo XVI el continente de América, forzaron las tradiciones de los indígenas americanos y en la mayoría de los casos los trataron como si fuesen inmigrantes en sus propias tierras. Casos similares se presentaron en Australia, África y Asia. Pero Europa no ha sido el único caso: también otras naciones no europeas han iniciado procesos de colonización y asimilación cultural forzada. Uno de los casos más recientes es el de China con el Tíbet.

Asimilación de minorías étnicas

    La asimilación cultural es un proceso intenso que consiste en la integración de grupos minoritarios étnicos dentro de la comunidad étnica mayoritaria o dominante. En algunos países del mundo, como en Birmania, la minoría étnica es la dominante y pretende asimilar a la mayoritaria, pero por lo general se da que la mayoría étnica pretende asimilar a la minoritaria como en Malasia en donde los malasios fuerzan a las etnias de procedencia india. Uno de los casos más notables de asimilación de minoría étnica se presentó en Colombia durante el siglo XX con el intento de colombianización del pueblo raizal del Archipiélago de San Andrés. La asimilación étnica supone la pérdida de preciosos elementos culturales y tradicionales como la lengua, el modo de vestir y las relaciones sociales y económicas del grupo, lo que genera profundas crisis que pueden perdurar por mucho tiempo.

    Por lo general esta tiene que ver también con lo que se denomina la asimilación lingüística la cual puede tener el peligro de crear un fenómeno de lenguicidio o desaparición del dialecto o idioma del grupo minoritario. Casos de asimilación lingüística se pueden ver en las políticas de Estados Unidos en relación a sus poblaciones hispanas. Entre los países hispánicos esta experience se conoce como castellanización como las aplicadas en las colonias españolas en América con la prohibición de las lenguas locales, así mismo como al interior de la misma España. Derivados de esta castellanización se puede hablar de fenómenos similares como la colombianización en el caso de las islas de San Andrés, la mexicanización y otros muchos procesos en las Américas en relación a las comunidades indígenas y afroamericanas.

Asimilación Religiosa

    La asimilación religiosa contempla varias formas como la conversión forzada, la misma conversión con sus diferentes perspectivas religiosas (en el caso del cristianismo con la evangelización o la predicación). La conversión forzada es y ha sido ejercida por todas las religiones: en India por ejemplo, los miembros de otras religiones tienen un sin número de desventajas políticas y sociales frente al Estado en comparación con los hinduistas, de igual manera países de confesión musulmana ejercen prácticas similares con miembros de otras religiones o incluso prohíben otras religiones. Los cristianos europeos y americanos ejercieron desde el Edicto de Milán, es decir, cuando el Imperio romano se hizo cristiano, auténticos procesos de conversión forzada contra los llamados paganos y contra los judíos. Los mismos judíos ejercieron conversiones forzadas con los pueblos que conquistaron durante la dinastía de los Asmoneos y los reyes hinduistas de Sri Lanka, Camboya y Tailandia decretaron el budismo como la religión del pueblo una vez ellos mismos se hicieron discípulos del Buda. Otra forma de asimilación es la asimilación religiosa mutua. Se trata de la voluntad del Estado, principalmente, de propugnar el laicismo entre inmigrantes y autóctonos; esto se consigue al no plantear una financiación especial para la religión que dependa de la cultura autóctona y tampoco para las nuevas religiones.

Asimilación por cultura dominante

    Si bien existen diversos procesos de asimilación cultural a mayor o menor escala en diferentes períodos históricos y regiones del mundo, existen procesos de asimilación cultural liderados por culturas dominantes que tienen en la actualidad un cierto grado de notabilidad mundial, incluso si en muchas ocasiones sus términos son utilizados de manera arbitraria. En tal caso la asimilación asume el nombre de la cultura que la lidera, por ejemplo, la asimilación cultural que el Imperio romano ejerció sobre los pueblos que conquistaba es conocida como Romanización, es decir, que obligaba a los conquistados a romanizar sus sociedades para obtener ciertos derechos y consideraciones por parte de Roma. Muchos de los procesos específicos de asimilación a lo largo de la historia están interrelacionados o son derivados unos de otros.
  
CONCLUSION

    Al concluir este interesante, nos educamos más acerca de lo que empíricamente sabíamos,  poco más o menos de la cultura y como ella puede en un momento dominar nuestro terreno.

3.    Si bien, ha servido para poder reforzar algunos contenidos y para recordar, por lo que, al consumar este trabajo, dominara el concepto de Cultura, y como se clasifican. Ahora bien , según lo asimilado, la cultura es el conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver sus necesidades de todo tipo.


                                                                BIBLIOGRAFIA



www.eumed.net
www.wikipedia.org
www.monografia.com
www.definicionabc.com
www.degerencia.com
www.google.com.do
www.globolvillalva.blogspot.com
 ANEXOS

El relativismo cultural: es la actitud o punto de vista por el que se analiza el mundo de acuerdo con los parámetros propios de cada cultura. Su filosofía defiende la validez


LA VIDA SOPLO DE ALIENTO (pensamiento propio)

LA VIDA SOPLO DE ALIENTO            La vida es un soplo de aliento que puede acabarse en cualquier instante. Te has a preguntado que tipo so...